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DESDE LA BÓVEDA: REFLEJOES AMERICANOS Y ADQUISICIONES RECENTES

Hace más de un cuarto de siglo la colección Americana del Museo de las Artes ha enriquecido las instalaciones de BYU, inspirando estudiantes por generaciones, y atraído la atención de la comunidad de arte alrededor del mundo. Esta exhibición celebra las fortalezas de ésta colección y demuestra el compromiso del Museo a su legado y su emocionante futuro al traer reflejos amados y adquisiciones recientes. Comparadas lado a lado, estas adiciones notables demuestran el duradero compromiso del Museo de las Artes para no sólo coleccionar, pero también preservar obras de arte que inspiran y representan la gran diversidad de la gente Americana y sus historias.

Las obras que cuelgan en esta galería representan artistas de diferentes historiales, antecedentes y experiencias que les condujo a variar temas y estilos artísticos. Les invitamos a contemplar la gama de creencias, oportunidades, desafíos, y alegrías que han inspirado estas obras maestras. Aunque encontraron varias maneras, todos estos artistas descubrieron propósito y plenitud al responder a sus vidas diversas a través del profundo don de la expresión creativa.

Minerva Teichert

El hijo de Minerva Teichert sirvió una misión como miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Alemania en la década de 1930. Él le contó a su madre a travez de cartas sobre el abuso violento que presencio de los Judíos Alemanes que sucedió a medida que el mundo avanzaba hacia la guerra. Las reflexiones de Reichert sobre el maltrato a estos hijos de Israel dieron como resultado tres grandes Lienzos: La Reina Esther, Los que Allí nos Habían Llevado Cautivos Nos Pedían un Cántico (Salmo 137) e Inmigrantes a la Ciudad de Nueva York, Refugiados Judíos.

Las obras inspiradoras de Teichert conectan las narraciones del cautiverio del Antiguo Testamento con una representación contemporánea de la inmigración. El trágico telón de fondo del desplazamiento y la pérdida de las libertades personales se convierte en un escenario en el que brillan acciones audaces, como las de la reina Ester. En un tiempo en cual la gran mayoría de los Estadounidenses se oponía a dar la bienvenida a más Judíos refugiados, Teichert ofrece una perspectiva diferente; en última instancia, ve una solución esperanzadora para al menos algunos de los que necesitan refugio. Cuando el barco ingresa al puerto de Nueva York, ven no solo el horizonte moderno de la metrópolis más grande de Estados Unidos, sino también la imponente Estatua de la Libertad cuya antorcha levantada es un faro para quienes buscan refugio.

  • Minerva Teichert (1888-1976), "Immigrantes a la Ciudad de Nueva York, Refugiados Judíos," 1938, óleo sobre lienzo, 59 1/4 x 37 1/4 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, 1946.
  • Minerva Teichert (1888-1976), "Reina Ester," 1939, óleo sobre lienzo, 65 x 48 inches. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young.
  • Minerva Teichert, (1888-1976), "Los que Allí nos Habían Llevado Cautivos Nos Pedían un Cántico, Salmo 137," óleo sobre lienzo, 1939, Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young.

Julian Alden Weir

Las pinturas de vida muerta dice mucho sobre las personas que las crean. Aquí, la obra de J. Alden Weir ofrece varios estudios de oposición. Con su pincelada confiada y suelta, el artista ofrece al espectador los pétalos de rosa delicados junto a la dureza del cáliz y colores cálidos que contrastan con frígidos tonos plateados (aunque es cierto que los tonos de este cáliz en particular son calentados por la luz dentro de la obra). Las flores una vez vivas, ahora se presentan muertas, sin embargo conservan su belleza natural. Al contrario, el cáliz nunca se fundirá ni se marchitará y demuestra un tipo diferente de belleza, una belleza forjada no por la naturaleza sino por manos humanas. Por lo tanto, la obra de naturaleza muerta de Weir puede verse cómo una exploración de los opuestos así como un estudio sobre la naturaleza y cómo se experiencia la belleza.

Weir pinta su hermana Carrie no solo como una joven Estadounidense refinada pero también como la diosa griega Flora, rodeada de flores en diferentes tonos blancos. Quizás recordando representaciones similares de mujeres hechas por otros artistas, la gruesa aplicación de pintura en las flores indica el jornada artística de Weir. Se nota que Wier estaba comenzando a expandirse de su base académica hacia el impresionismo, un estilo que al principio no le gustaba. Esta pintura le permitió desarrollar aun mas su interés por los retratos familiares y las pinturas florales mientras experimentaba. Su estilo quizás comienza a florecer mucho, justo como estas flores.

  • Julian Alden Weir (1852-1919), "Cáliz de Plata con Rosas," 1882, óleo sobre lienzo, 12 x 9 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M. Young Estate con fondos proveídos por Thomas R. y Diane Stevenson Stone, 2011.
  • Julian Alden Weir (1852-1919), Flora (Carrie Mansfield Weir), 1882, óleo sobre lienzo, 44 1/4 x 34 1/8 inches. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M. Young Estate, 1959.

Joseph Paul Vorst

Family on Horse Drawn Cart
Joseph Paul Vorst (1897-1947), 'Family on Horse Drawn Cart,' no date, oil on board, 32 ¼ x 32 ¼ inches. Brigham Young University Museum of Art, purchased with funds provided by Joyce and George Hill, 2020.

El artista Germano-Estadounidense Joseph Vorst escapó del inquietante panorama político de Europa, pero llegó a los Estados Unidos durante la Depresión de 1930. Inspirado en el estilo regionalista popularizado por artistas como Grand Wood y Thomas Hart Benton, Vorst comenzó a capturar escenas de la vida cotidiana Estadounidense. Esta obra, nueva adquisición para el museo, representa a una familia afroamericana que viaja en una carreta para asistir a la iglesia apenas visible en la cima de la colina. Vestidos con sus mejores galas de domingo pasan por las bombas de gasolina a la izquierda, una indicación de los tiempos cambiantes y las tecnologías más nuevas que aún no están a su alcance monetario. Como inmigrante, y especialmente como uno de origen alemán durante las décadas de 1930 y 1940, Vorst regularmente enfrentó desafíos y prejuicios; debido a estas experiencias, a menudo se identificaba con aquellos que estaban oprimidos y desfavorecidos. Sus escenas de afroamericanos son particularmente convincentes y simpáticas.

  • Joseph Paul Vorst (1897-1947), Family on Horse Drawn Cart, sin fecha, óleo sobre tabla, 32 ¼ x 32 ¼ inches, Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, comprado con fondos proveídos por Joyce y George Hill.

Elizabeth Catlett

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Uniendo el estilo modernista con un expresión sensible e intima the las relaciones familiares, esta escultura ejemplifica las características del mejor trabajo de Elizabeth Catlett. Nacida en Washington, DC en el 1915 y siendo la nieta de ex-esclavos, Catlett empezó a crear arte durante una época en la cual pocas mujeres negras disfrutaban disfrutaban de carreras exitosas en las artes. Como su instructor de arte Grant Wood le aconsejo, ella reprodujo lo que ella mejor conocía. Inspirada en las tradiciones de arte Africana, la pintura Estadounidense del siglo XX y el modernismo Mexicano, pudo producir un cuerpo de trabajo inigualable que explora las experiencias de la mujer negra en las Américas.

En esta pieza, el padre, la madre, y el niño se abrazan con sus brazos en forma de aro geométricamente estilizados se convierte en eslabones literales de una cadena familiar. Desde todos los ángulos esta familia se ve como una unidad entrelazada conectada físicamente y emocionalmente, como se nota por la sonrisa del padre y la estrecha union entre madre e hijo. La sutileza y la suavidad de las figuras se relacionan con el estilo y la inspiración artística del artista y también brindan un sentimiento de armonía para subrayar el mensaje tierno y pacifico del amor familiar.

  • Elizabeth Catlett, (1915-2021), The Family ( La Familia), bronze, 2002, Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, comprado con fondos proveídos por Curtis Atkisson.

Edward W. Redfield

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Edward W. Redfield (1869-1965), "The Valley," c.1924, oil on canvas, 50 1/2 x 56 3/8 inches. Brigham Young University Museum of Art, gift of Richard and Nadene Oliver, 2016.

Edward Redfield fue uno de los impresionistas Estadounidenses más destacados que pertenecía a una colonia de arte ubicada en New Hope, Pennsylvania. Aunque Redfield estudió debajo de William-Adolphe Bouguereau un destacado pintor académico del siglo XIX, en École des Beaux-Arts, su estilo maduró más al estilo de Monet y a los impresionistas que presenció de primera mano en Francia.

En una época en la cual muchos pintores Estadounidenses celebraban la expansión de las áreas urbanas del país, como los estudiantes de la escuela Ashcan en Nueva York, otros se retiraban a lugares más apartados. En esta obra, los colores vibrantes y la aplicación de la pintura obscurecen un poco las casas que bordean la orilla del rio. Da la impresión que el artista se inspiraba en un espacio donde la gente y el paisaje existiesen en una armonía natural. Los arboles, ríos, y humildes construcciones hechas por manos humanas se mezclan en reverente sencillez.

  • Edward W. Redfield (1869-1965), El Valle, c.1924, óleo dobre lienzo, 50 1/2 x 56 3/8 inches. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, regalo de Richard y Nadene Oliver, 2016.

William Bliss Baker

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William Bliss Baker (1859-1886), 'Fallen Monarchs,' 1886, oil on canvas, 30 x 39 3/4 inches. Brigham Young University Museum of Art, gift of Thomas E. Robinson, 1974.

William Bliss Baker podría haber disfrutado de más notoriedad como artista si no hubiera sufrido una muerte prematura a la edad de 26 años, pintó esta obra maestra el año en que murió. Es un testimonio adecuado no solo de su habilidad como pintor, sino también de la creciente sofisticación de los artistas Estadounidenses en el siglo XIX. En una época en la cual muchos en el mundo del arte creían que la formación artística debía emprenderse en Europa, Baker se formó como artista en su Nueva York natal en la Academia Nacional de Diseño.

A través de su impresionante habilidad somos transportados al interior de este bosque aislado, sintiendo el frio en el aire mientras las hojas caen suavemente. Aunque el titulo de esta obra, Fallen Monarchs (Monarcas Caidas) llama la atención del espectador sobre varios árboles caídos, este espacio todavía está lleno de árboles vivos. Las ramas se adhieren a sus hojas de color dorado y sus troncos están cubiertos de un vibrante musgo verde. A pesar del cambio de estación, hay más vida que muerte a la vista en este bosque. En la obra finales de este artista, se reflexiona sobre la resistencia de los árboles que sobreviven los elementos para renacer cada año que pasa. Más que un recuerdo de la muerte del artista, este es un tributo a la abundancia de vida que nos rodea.

  • William Bliss Baker (1859-1886), Monarcas Caidas, 1886, óleo sobre lienzo, 30 x 39 3/4 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, regalo de Thomas E. Robinson

John Singer Sargent

Mrs. Edward Goetz
John Singer Sargent (1856-1929), 'Mrs. Edward Goetz,' 1901, oil on canvas, 58 1/2 x 42 inches. Brigham Young University Museum of Art, purchased with funds provided by Jack R. and Mary Lois Wheatley, 2000.

De padres Americanos y nacido en Italia, John Singer Sargent disfrutó de una vida cosmopolita agudizando sus considerables habilidades artísticas mientras socializaba entre los aristócratas en Italia, Francia, y Inglaterra. Un pintor talentoso de diversos temas, los retratos de Sargent (como este de Sra. Edward Goetz) demuestra su habilidad sin igual para sugerir información en vez de incluir detalles meticulosamente intercalados a través de pinceladas audaces y seguras.

En 1901, Sargent estaba en el apogeo de su popularidad profesional. Sin embargo, sentía cansancio de lo que le trajo el mayor éxito: el retrato. Seis años después de terminar esta obra increíble, Sargent anunció que cerraría su estudio profesional y empezó a enfocarse en paisajes y pinturas arquitectónicas. Aunque esta pintura es un maravilloso ejemplo de estilo y la habilidad personal de Sargent, también representa un momento de su carrera in la cual la inspiración comenzó a decaer.

  • John Singer Sargent (1856-1929), Sra. Edward Goetz, 1901, óleo sobre lienzo, 58 ½ x 42 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, comprado con fondos proveídos por Jack R. y Mary Lois Wheatly, 2000.

Daniel Ridgeway Knight

Como una de las piezas favoritas de este museo, este paisaje rural con campesinos Franceses demuestra perfectamente el deseo de proporcionar arte edificante en un modo tradicional. La audiencia puede notar claras similitudes compositivas e iconográficas entre esta pintura y la obra maestra de Jean-Francois: The Gleaners o Los Espigadores (1857). Ridgway Knight impregna su obra de un espíritu completamente diferente al transformar Los Espigadores de Millet, los cuales a menudo son considerados como los miembros mas bajos de la sociedad rural, a las cosechadoras. Estas mujeres no están peinando el campo despejado de en busca de granos perdidos, sino llenando sus brazos con abundantes cultivos. La obra Los Cosechadores demuestra el deseo del artista de retratar el potencial positivo de la humanidad en lugar de sus fallas.

Nacido en Pennsylvania en el 1839, Daniel Ridgway Knight fue testigo de la agitación cultural y política en la segunda mitad del siglo diecinueve. Habiendo servido en el Ejercito de la Union durante la Guerra Civil Americana vio batallas de primera mano y documentando algunas de sus experiencias por medio de bosquejos. Después de la guerra él regreso a sus estudios de arte en Francia donde el modernismo desafiaba la tradición académica. En lugar de entregarse a la obscuridad de la guerra o a la experimentación estética, Ridgway Knight produjo visiones sentimentales y típicamente positivas de los campesinos Franceses dentro de paisajes idílicos. Esta obra presenta a dos mujeres compartiendo un momento emocional, el tema de su conversación no es conocido y se deja a la imaginación de la audiencia. Aunque pinturas sentimentales como ésta eran popular en salones Franceses de este tiempo, Ridgway Knight elevó esta pintura a través de su exploración sensible de la relación de las mujeres jóvenes. Aunque nunca se sabrá qué causó este “primer pesar”, todos pueden empatizar con esta descripción compasiva de la amistad y de una carga compartida. Esta obra presenta a dos mujeres compartiendo un momento emocional, el tema de su conversación no es conocido y se deja a la imaginación de la audiencia. Aunque pinturas sentimentales como ésta eran popular en salones Franceses de este tiempo, Ridgway Knight elevó esta pintura a través de su exploración sensible de la relación de las mujeres jóvenes. Aunque nunca se sabrá qué causó este “primer pesar”, todos pueden empatizar con esta descripción compasiva de la amistad y de una carga compartida.

  • Daniel Ridgeway Knight (1839-1924), Los Cosechadores, óleo sobre lienzo, 1807, 33 1/2 x 46 3/4 inches. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, comprado con fondos proveídos por Jack R. y Mary Lois Wheatly, 2011.
  • Daniel Ridgway Knight (1839–1924), El Primer Pesar, 1892, óleo sobre lienzo, 60 x 47 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, comprado con fondos proveidos por Jack R. y Mary Lois Wheatly.

Dorothy Weir Young

Las pinturas de la artista Estadounidense Dorothy Weir Young se encuentran entre los mayores tesoros de la colección del Museo de Arte. En esta pintura vemos el comedor de la granja Weir en Branchville, Connecticut donde la familia pasaba los veranos. En la pared cuelgan tres cuadros pintados por el padre de Dorothy, J. Alden Weir, dos de los cuales son retratos. Estos retratos presentan a Anna Weir, la madre de Dorothy y a Robert Walter Weir, el abuelo de Dorothy. La joven Weir centró sus producciónes artísticas en retratos, a menudo de amigos y familiares, y escenas domésticas como en Damas Cenando. Aunque las cinco mujeres pintadas aquí no han sido identificadas, hay una sensación de familiaridad y comodidad en esta reunión de mujeres.

El tema de la lectura femenina ha sido un tema popular en la historia del arte. Dorothy Weir Young pintó varias versiones de mujeres leyendo incluyendo esta, que muestra a una mujer sentada leyendo un diario. Absorta en los acontecimientos actuales, se encorva ligeramente en su silla, aparentemente despreocupada o inconsciente de cualquier otra cosa que suceda a su alrededor. El periódico no es un accesorio destinado a sugerir inteligencia superficial, sino que demuestra que ella está completamente inmersa en el mundo y las palabras en la página. Este tema puede ser visto como una metáfora de la propia vida de la artista, ya que estaba inmersa en su práctica artística. Aunque a menudo ha sido eclipsada por los artistas masculinos de su familia (su padre J. Alden Weir y su esposo Mahonri Young) Dorothy Weir Young produjo una impresionante cantidad de arte por derecho propio.

  • Dorothy Weir Young (1890-1947), Damas Cenando, ca. 1930, óleo sobre lienzo sobre tabla, 25 x 30 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M Young Estate, 1959.
  • Dorothy Weir Young (1890-1947), Joven Sentada Leyendo el Periódico, c.1930, óleo sobre lienzo, 29 15/16 x 27 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M. Young Estate, 1959.

Norman Rockwell

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Este símbolo estadounidense acaballado con una pluma clavada en su gorra puede ser identificado incluso por el espectador más joven. Yankee Doodle, una canción patriótica popular desde los primeros días de la Guerra de Independencia en realidad fue creada anterior a la Revolución, probablemente se originó entre los granjeros Holandeses en los años 1500.

La canción llegó por primera vez a Estados Unidos sobre los labios de los soldados Británicos, quienes la cantaban para burlarse de los Estadounidenses a quienes veían como tontos y sin refinamiento. “Macaroni” era un término que se usaba para describir a los Ingleses que vestían trajes Italianos opulentos y la canción describe cómicamente a un personaje que no sabría la diferencia entre la moda y meterse una pluma sucia en el sombrero. Los Estadounidenses, según cuenta la historia, rechazó las tropas Británicas al cantárles la canción, considerando la canción insultante como un cumplido.

  • Norman Rockwell, (1894-1978), Yankee Doodle, Óleo sobre lienzo, c. 1939. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, regalo de un donante anónimo.

Mahonri M. Young

Este tema del arado de primavera en el Valle del Lago Salado ocupa un lugar destacado en el arte de Mahonri Young y es representado en dibujos, relieve escultórico y acuarelas. Como lo demuestra el famoso Monumento a la Gaviota que ahora esta ubicado en Temple Square en Salt Lake City en cual las gaviotas salvaron la vida de los primeros pobladores al devorar la hordas de grillos que destruyeron los cultivos, las aves en esta pintura aparecen como mensajeros que representan un próspera cosecha. Igualmente evidente es el tema de la armonía entra la naturaleza y el hombre, el agricultor y su equipo, y entre padre e hijo.

Las obras de arte de Mahonri Young siempre se inspiro en la experiencia humana y se sintió atraído por muchas poblaciones y actividades diferentes en busca de inspiración artística, especialmente trabajadores en diferentes campos de experiencia. Junto con otros artistas destacados de su tiempo también estaba fascinado por las culturas emergentes de los deportes Estadounidenses y su amor por el boxeo en particular lo llevo a representar escenas de lucha emocionantes como esta. Su interés comenzó en la juventud, cuando él y su hermano menor Wally, quien se convirtió en un locutor deportivo profesional, asistían juntos a las peleas. Mahonri incluso probo el boxeo como deporte cuando era joven mientras estudiaba en Paris se enfrento con su amigo, el coleccionista de arte: Leo Stein. Cuando “Hon”(como lo llamaban sus amigos) envió un golpe de gancho derecho a Leo sintió que se le rompió el pulgar. Su lesión le impidió esculpir durante meses, tiempo durante el cual se dedico a la pintura con acuarela.

  • Mahonri M. Young (1877-1957), Aradando el valle del Gran Lago Salado, ca. 1930, óleo sobre lienzo, 28 1/4 x 72 1/8 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M. Young Estate, 1959.
  • Mahonri M. Young (1877-1957), Two Boxers and Referee, c.1935, óleo sobre lienzo, 29 3/4 x 38 inches. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, compra/regalo de Mahonri M. Young Estate, 1959.

Ernie Barnes

Ernie Barnes In the Beginning
Ernie Barnes (1938-2009), 'In the Beginning,' c.1970, acrylic on cotton canvas, 18 x 24 inches. Brigham Young University Museum of Art, purchased with funds provided by Curtis Atkisson, 2020.

Nacido en el 1938 en Carolina del Norte, Ernie Barnes siguió una trayectoria profesional un poco atípica, jugando futbol americano profesionalmente durante seis años antes de hacer el cambio al estudio de pintura a tiempo completo. Recordando años después, él hablo con algo de desdén de su tiempo en los deportes profesionales denunciando las cualidades más violentas del fútbol Americano. Aun así, creía que el arte debe ser motivada por la experiencia personal y reconoció que su tiempo en la NFL tuvo una influencia duradera en su estilo artístico, dijo: “odio pensar cómo seria mi trabajo si no hubiera practicado deportes”.

Con su titulo bíblico invocando el poder de una narración épica y espiritual, el lienzo de Barnes presenta una profunda historia de las potencialidades desconocidas e inesperadas de la vida. Un joven juega baloncesto en una cancha improvisada en un campo de hierba, su pelota forma un arco hacia el aro montado en un tablero de madera. Mientras que la pelota parece volar con seguridad cuelga en incertidumbre en el aire, al igual que las manos de la figura que parecen estar congeladas en un gesto dramático. Así como visualiza la pelota pasando limpiamente por el aro, quizás la figura anticipa un futuro en el deporte pero ¿quién sabe a donde lo llevara su futuro? Tal vez este sea el comienzo de una historia inesperada como la del artista, que terminara donde nadie aun puede predecir.

  • Ernie Barnes (1938-2009), Al Principio, c.1970, Acrílico sobre lienzo de algodón, 18 x 24 inches. Museo de Arte de la Universidad de Brigham Young, comprado con fondos proveídos por Curtis Atkisson, 2020.